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La temporada de los cultivos en la Reserva

>> La temporada de cultivo abarca la época húmeda, desde mayo hasta octubre. La época de lluvias es apreciada por todos los habitantes de la Reserva Natural Comunitaria de Dindéfélo (RNCD) debido al alimento y dinero que reporta, aunque no tanto por el trabajo que todo ello implica.

Por ejemplo en Segou, un pueblo de la RNCD, cada familia crea junto a su casa un pequeño huerto, que puede variar de tamaño de unas familias a otras. La mayoría cultiva maíz, diagatou (especie de tomate amargo), tacu (especie de pimiento verde), niamaku (guindilla enana) y diabbere (unas hojas muy grandes) en su pequeño huerto para consumo propio.

Además, las familias pueden aumentar sus cosechas utilizando terrenos algo alejados del pueblo donde cultivan las especies que prefieran. En estos terrenos es común encontrar maíz, cacahuete, arroz, algodón, fonio (para una especie de cuscús), diagatou y algunas familias también cultivan niebbe (alubia) y niamaku (que da un picor extremo a las comidas).

La ubicación de la especie cultivada se cambia anualmente, ya que cultivar el mismo alimento durante varios años seguidos en el mismo terreno hará menguar la producción considerablemente. Por ello, suelen combinar y rotar las ubicaciones del cacahuete con las del maíz y el algodón. El cacahuete, debido a su función fijadora de nitrógeno, enriquece el suelo para posteriores siembras. Asimismo, el excremento de vaca también puede utilizarse como abono en algunos cultivos.

A diario, y durante varias semanas, los hombres de la familia irán con azada en mano, y con ayuda del ganado si lo tuvieran, a cultivar el alimento con el que subsistirán durante todo el año. Después, es común que varias personas de la familia (incluyendo los más pequeños) se sitúen, durante prácticamente todo el día, cerca a los cultivos familiares para ahuyentar a aquellos animales que puedan estropear la cosecha.

Cada familia elige cuál será la dimensión de sus cultivos en base al área de referencia (de 50 m2). Por lo general, suelen cultivar entre cinco y diez áreas dependiendo de cada familia. Luego, dependiendo del volumen de la cosecha, decidirán si venden una determinada parte de ésta.

Por ejemplo, una familia que cultiva dos áreas de fonio cada temporada obtiene ocho sacos de aproximadamente 50 Kg cada uno. Toda la cosecha suele ser guardada para el consumo propio de la familia, excepto en determinados años en que se vende un par de sacos a 7.000 CFA cada uno (11€ aproximadamente). Con el cultivo de un solo área de cacahuete, una familia local suele obtener ocho o diez sacos, de los cuales vende la mitad, cada uno por 5.000 CFA (8€ aproximadamente). Los seis sacos conseguidos tras el cultivo de un área de maíz suelen ser para el consumo propio de la familia. Asimismo, de los seis sacos de arroz provenientes también de una única área de superficie, se suele vender la mitad, cada uno por 6.500 CFA (10€ aproximadamente). Con dos áreas de algodón, si todo sale como se espera, se pueden conseguir unas 100.000CFA aproximadamente (160€).

La mayor parte de la alimentación anual familiar, así como su capital, estará basada en la eficiencia de los agricultores locales, la disponibilidad de semillas y herramientas, la climatología y el valor de sus cultivos. Todo ello es importante información socioeconómica para el Departamento de Sostenibilidad Agroforestal del Instituto Jane Goodall, de cara a ayudar técnicamente, con semillas, plantas y materiales dentro de programas de agronomía en diversos pueblos de la Reserva para su seguridad alimentaria. En 2017, el IJG y la ONG Trees for the future colaboran y financian en partes iguales el programa que tiene como objetivo distribuir y plantar 700.000 plantas y árboles en 7 pueblos de la RNCD.

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