Estimados lectores de nuestro blog,
Es probable que conozcáis las ofertas de voluntariado que tenemos colgadas en la web para trabajar en el programa de conservación del chimpancé en África del Oeste. Normalmente las personas interesadas nos plantean una serie de preguntas comunes. Creemos que es importante pues describir más en detalle lo que significa ser voluntari@ en este programa. Os habréis fijado que escribimos voluntari@ entre comillas en el título. ¿Por qué? Os damos algunas de las razones para ello y esperamos que pueda ser de utilidad para posibles candidat@s.
Para empezar, a veces se cobra un pequeño salario. Dependiendo de los proyectos aprobados cada año y de la antigüedad del voluntari@. No se insiste en ello en la oferta porque, simplemente, no nos gusta prometer cosas que pueden no pasar.
Se requieren las habilidades específicas solicitadas en cada caso: biología, primatología, ambientales, periodismo, administración, animador, gestión de proyectos, sociología, manitas logístico, educador, etc… El perfil de los solicitantes debe ajustarse a una necesidad concreta. Eso no significa que un solicitante no pueda ofrecer algo en lo que no habíamos pensado y pueda ser de utilidad para el programa (Jane Goodall empezó como administrativa y le sirvió finalmente para poder investigar :-)). Es por esto por lo que siempre animamos a que nos envíen el CV y su motivación en cualquier caso.
Funcionamiento profesional, con objetivos anuales, tareas, equipamiento técnico de campo, etc, siempre asumiendo que el voluntari@ será proactivo y se responsabilizará de su área de actividad.
El concepto es el de “cooperativa”. Organigrama plano, funcional, no jerárquico. Tod@s hemos “invertido” tiempo y ahorros y todos somos “accionistas”. Los beneficios: hacer avanzar un programa de conservación entre todos y aprender, aprender aprender. Todos aportamos y todos aprendemos.
Dicho esto, el ‘voluntari@’ debe tener un objetivo personal de formación concreto: mejorar CV, aprender como funciona un proyecto sobre el terreno, realizar un estudio, etc (nosotr@s por supuesto podemos orientarlo hacia las necesidades o aspiraciones de cada persona). Una metáfora para entendernos: NO se va a “salvar el mundo”, sino a “hacer un máster” (un máster muy económico por otro lado…). Y sin duda a vivir una experiencia de enriquecimiento y crecimiento personal.
El equipo director del programa hará lo posible (una vez más sin promesas) para ayudar a cumplir ‘los sueños’ profesionales de los voluntari@s de larga duración. Facilitar en lo posible su incorporación en puestos remunerados en otros proyectos gracias a su experiencia con nosotr@s, ofrecerles participar en formaciones adicionales, eventos internacionales, conferencias en España y otros países, etc.
Requisitos básicos para voluntari@ de larga duración: Mínimo 9 meses de estancia, francés importante, y como ya hemos dicho, otros requisitos según el puesto. Hay otras opciones, como la posibilidad de realizar prácticas, o estudios a más corto plazo, para las que existen unas tarifas específicas que podéis preguntarnos. También existe la posibilidad de realizar una estancia corta de una o dos semanas como ecoinvestigador o asistir a uno de los cursos que se realizan en la EBFJ.
Con esto explicado, nos gustaría añadir algunos puntos más para que las expectativas sean lo más realistas posible si os animáis a venir.
A diferencia del centro de recuperación congolés de Tchimpounga (no abierto a voluntari@s) al que el IJG en España también apoya a través de su programa Chimpamigos, el programa en África del Oeste tiene como objetivo la conservación del chimpancé in situ, es decir, en su hábitat natural. No hay contacto directo con los chimpancés, solo observación a distancia. Esto lo aclaramos para las personas que prefieran proyectos con manejo de animales o que piensen que pasarán muchas horas con los chimpancés. Por otro lado, solo los puestos relacionados con investigación en campo tienen la posibilidad de salir cada día para realizar ese tipo de seguimiento y observación.
Cada voluntari@ vive con una familia del pueblo en el que vive. De esa manera, la integración y la aportación a la comunidad es óptima. Eso significa que el confort puede no ser óptimo. La capacidad de ver las cosas en positivo y adaptación son dos cualidades imprescindibles
Excepto los investigadores con tareas de campo, muchos de los puestos no requieren estar en el bosque, aunque algunos si requieren desplazarse con cierta frecuencia entre los pueblos de las reservas. Así, muchas horas de trabajo se desarrollan delante del ordenador. Cierto es que la ‘oficina’ es bastante agradable, eso sí.
Esperamos que sea útil. Si tenéis más preguntas, ¡no dudéis en contactarnos!
